En Clínica VASS la Psicomotricidad es un servicio a través del cual se estimulan los movimientos del niño a través del espacio, de manera lúdica, y promoviendo un desarrollo integral (motor, afectivo social, adaptativo, sensorial y cognitivo).

¿En qué consiste la Psicomotricidad Infantil? ¿Cómo ayudamos al niño? ¿Qué se puede conseguir con un trabajo especializado en Psicomotricidad Infantil? A continuación damos algunas respuestas, si tiene más preguntas, no dude en contactarnos..

¿Qué es la Psicomotricidad Infantil?

De una forma resumida se puede decir que la Psicomotricidad Infantil es el aprendizaje que realiza un niño mediante la actividad locomotriz hasta los siete años de edad, precisamente cuando el cerebro es más plástico y se realizan las principales conexiones neuronales que determinarán el desarrollo de ese niño. Podemos considerar a la Psicomotricidad Infantil como un medio de expresión, comunicación y relación, a través del cual el niño desarrolla la personalidad y sus habilidades motrices, que hace una lectura global de las capacidades de movimiento corporal y sus procesos relacionados, como el lenguaje, la lectoescritura, o la relación afectiva.

Psicomotricidad está compuesto por dos términos, motriz (actividad) y psique, que se refiere a afectividad, socialización, a su lado más intelectual, pero también emocional.

El niño aprende mediante la exploración, el movimiento del cuerpo, la acción sobre el medio y las experiencias que vive en su entorno más directo. El aprendizaje en los niños pequeños es psicomotriz: el conocimiento se centra a partir de la relación del niño con el medio y con los demás, y partir de sus experiencias a través del movimiento.

En esta etapa, el conocimiento y aprendizaje del niño se van a centrar la acción y en el movimiento, en los demás y en las experiencias que viva con ellos.

Las sesiones de psicomotricidad pueden ser utilizadas para estimular los movimientos, o bien para la reeducación psicomotriz. Es decir, está orientada tanto a niños sanos como a niños con alguna alteración en el desarrollo.

 

¿Cómo se trabaja con el niño en Psicomotricidad Infantil?

Durante la sesión de Psicomotricidad Infantil, el psicomotricista favorece la creación de actividades, organiza los recursos y distribuye el espacio y el tiempo, teniendo en cuenta las necesidades del niño y respetando siempre sus ritmos, de forma que los desafíos promuevan la adaptación y el aprendizaje y no la frustración.

Se estimulan los movimientos del niño a través del espacio, de manera lúdica, y promoviendo un desarrollo integral (motor, afectivo social, adaptativo, sensorial y cognitivo):

  • La capacidad sensitiva, en relación, por un lado, al propio cuerpo, pero también al mundo exterior.
  • La capacidad perceptiva, es decir, cómo organizar la información y estructurarla de forma que tenga sentido: el esquema corporal, las relaciones espaciales y temporales, la coordinación del movimiento…
  • La capacidad representativa: para la simbolización, el cerebro organiza y dirige los movimientos a través de la representación mental.
  • Desarrollar componentes corporales y sensoriales como la coordinación, la motricidad gruesa, el equilibrio, la propiocepción, el esquema corporal, etc.
  • Conocer la relación entre el propio cuerpo y el exterior.Organizar la información sensitiva e integrarla adecuadamente.
  • Fomentar que el niño descubra sus capacidades, afianzando su autoestima y autoconfianza. Promover la expresión de las emociones, la creatividad y la adquisición de habilidades sociales adecuadas al entorno.
  • Desarrollar técnicas de relajación y canalización de la energía.
  • Proporcionar espacios de experimentación y de reflexión.

Las sesiones se pueden realizar de forma individual o grupal, dependiendo de cada niño. Es importante valorar de forma adecuada al pequeño antes de empezar a trabajar con él.

¿Qué objetivos se quieren conseguir con la Psicomotricidad Infantil?

  • Para los niños los beneficios de la Psicomotricidad Infantil son evidentes y mediante este trabajo se pretende conseguir:
  • Dar seguridad al niño, enseñarle a expresarse y a crear su propia identidad dentro de la varidad y pluralidad de un grupo.
  • Motivarle a aprender mediante la estimulación de los sentidos, sensaciones y relaciones entre su cuerpo y el exterior.
  • Aprender a representar y organizar sus movimientos a través de objetos (reales o imagionarios), signos u otras formas de expresión como las emociones y su propia creatividad.
  • Potenciar su autoestima individual, aprendiendo a posicionarla dentro de un grupo. Ayudarle a que se exprese con seguridad como persona individual, dentro de un grupo, potenciando su autoestima.
  • Crear la conciencia de respeto por los demás y por el espacio compartido.
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